3 novembre 2021
El cambio climático es un fenómeno global que afecta a todo el mundo. Las temperaturas y los climas se hacen más extremos y, cada vez más, este fenómeno marcará nuestras agendas. En campos dónde la meteorología es clave para desarrollar la actividad, el cambio climático marcará nuevos tiempos y temporadas.
Uno de los sectores que vienen muy marcados por el sistema meteorológico es la producción del vino. Actualmente, ya se están notando cambios en las vendimias y se espera que, en los próximos años, esto sea exponencial.
Repercusión del cambio climático en la producción vinícola
Muchas zonas agrícolas han visto afectada su producción por las altas temperaturas y los cambios térmicos, cómo las heladas en primavera y olas de calor extremo en verano.
El aumento de la temperatura general del planeta afecta a las viñas. En agricultura todo suma, el suelo, la zona geográfica, las condiciones climáticas… Un cambio en las condiciones climáticas marcará como será el vino: los azúcares que tendrá cuando madure la uva, los aromas primarios y secundarios o cuál será su sabor.
El cambió del clima también afectará a la graduación alcohólica de los vinos. Si el contenido en azúcares aumenta demasiado rápido, también aumentará el alcohol que desprende. Para que esto no pase, la uva deberá recogerse antes. Por otra parte, si se recoge antes la uva, no se hará en el punto óptimo de maduración, lo que comportará un cambio en la calidad del vino.
Otro de los grandes retos de la producción vinícola es que, con la subida de la temperatura, también habrá más necesidad de agua. Aunque la viña se considera un cultivo de secano (que, en principio, solo necesita agua de lluvia), con el descenso de las precipitaciones se deberán buscar alternativas para el riegue de la vid en un mundo en el que cada vez escasea más el agua.
Consecuencias directas sobre el vino
Con el cambio de condiciones climáticas la primavera tiende a adelantarse, tenemos inviernos con temperaturas más altas y lluvias aleatorias, pero más torrenciales. Todos estos factores afectan a los productores de vinos, que deben adaptarse a las nuevas condiciones intentando mantener la máxima calidad en sus producciones.
El cambio climático afecta principalmente a la vid. Los cambios que notaremos son:
Para salvar el cultivo, se adelantarán las fechas de la vendimia.
La sequía y el calor adelantarán la maduración de las uvas.
Cómo hemos comentado, habrá un mayor volumen de alcohol.
Se adelantará la fecha de la vendimia.
Los vinos perderán características aromáticas y de sabor.
Principal peligro del cambio climático en la producción de vino
El principal peligro del cambio climático para la viticultura es que los viñedos pierdan su nicho climático. Cada denominación de origen goza de una calidad climática que hacen única la producción del vino en esa zona. Un cambio de paradigma así implica que muchos estilos de viticultura históricos sean obligados a desaparecer.
Algunos expertos hablan de mover los viñedos a orientaciones más frescas o a altitudes mayores. Pero esta opción no es viable para productores históricos de vinos en los que la calidad de sus vinos viene dada por las condiciones específicas de su situación geográfica.
Soluciones al efecto del cambio climático en la producción de vinos
Últimamente en los sectores agrícolas se habla mucho de agricultura regenerativa. Esta práctica consiste en rehabilitar el suelo y mantenerlo productivo la mayor parte del tiempo posible. Aplicar este tipo de agricultura es imprescindible en la viticultura para contribuir a frenar el cambio climático. Se calcula que un viñedo en las condiciones medias españolas extrae entre 6 y 7 toneladas de dióxido de carbono por hectárea y año, lo que convierte los viñedos en aliados contra el cambio climático.
En conclusión, con el cambio climático también cambiarán aspectos fundamentales del vino. El cambio en la viticultura y las aéreas de cultivo hará que los aromas y los sabores sean distintos. Un cambio en la producción del vino se traducirá en unos vinos muy distintos.